EL POLÉMICO EFECTO DE LA GRIETA
Un plan para controlar el efecto nocivo, belicoso y contraproducente de la grieta implica la articulación de precisos lineamientos estratégicos intra-institucionales que refrenden la democratopatía expresa de profundos fanatismos implícitos en las áreas de gestión y el adecuado espacio para el desarrollo del diálogo político, toda vez que el peligro latente, el verdadero huevo de la serpiente (o ego de la serpiente) coliga el daño inminente a la gestión de la cosa pública de la República es que los citados fanatismo implícitos y explícitos coloreen las metodologías de las agendas programáticas apriorísticamente, y cuando hablamos de ascendientes ideológicos volcánicos sabemos a qué nos referimos, al redivivo populismo y el recalcitrante magma de la barbarie…
Ello implica un costo atávico de la gestión del Estado de Derecho heredado y que se refleja en las quintas, cuartas, terceras, SEGUNDAS LÍNEAS de gobierno, configurantes nefastas de la más malévola máquina de impedir atestiguada en el discurso del incontrovertible líder moral del cambio, Presidente Mauricio Macri,
Por eso creo que detrás del etimológico Garbo de la Grieta, si ponemos ejemplos más tangibles donde se deba admitir la imposibilidad táctica de elidir el saneamiento de tales bolsones de ineptitud, fanatismo, intra-golpismo en las áreas colonizadas, copiadas por el kirchnerismo, ya por temas de probada prioridad mayor, ya por razonable pax romana, ya por onerosos costos indemnizatorios postergadas, se devanan otras motivaciones.
Tomemos como ejemplo el área más compleja de los medios públicos, el caso de la emisora del Estado, donde una área como Nacional Rock muestra por un lado cierta excelencia en la programación al mismo tiempo que la asepsia política presunta del discurso público de sus dirigentes se resume en que no puede dictaminarse un ejercicio del pensamiento político a partir de las más rankeadas antinomias (machismo versus kirchnerismo), lo cual no es necesariamente falso empero es abismalmente desmentido por el perfil ideológico soterrado de aquéllas, cual se ejerce en ciertas insanas prácticas profesionales y que verifica sus antecedentes en el CV de sus directores: hombres de Mariotto, ex cruzado de la ley de medios y hombre de la mesa chica de Milani, socios de los productores del ideologizadísimo "Peter Capusotto y sus vídeos", tan hip como abiertamente terrorista y desestabilizador según combate "la democracia burguesa" y verifica parte de sus fondeos conducentes en dinero del lavado proveniente de personeros de la campaña efedrina.
Esto es duro, sí. Pero si escarbamos en la política, tanto como el humor desenmascara ''el humus" (lo no decible por terrorífico, intra-terrestre tortuoso, hecho broma a efectos de tornarse asimilable por el inconsciente y redimible por arte ametrallante de la risa, sagrada podríamos agregar, uniendo Mircea Eliade con Clausewitz) hallaremos el ubicuo rostro interesado, desacralizante e ideológicamente definitorio de los rastros del dinero.
Para pesar y pensar.